tarados
Julio Bustamante
Hijo de un batería de jazz y artesano de la palabra hecha música con dilatada trayectoria –debutó en 1981 con Cambrers–, Julio Bustamante ofrece la ración de sencillez para retratar lo importante. Canciones cálidas para tiempos que exigen abrigo. Un oasis lejos de la feria de las vanidades.
Eric Jiménez
Con seis años mi padre me encañonó con una pistola.
Ni siquiera recuerdo su nombre. Con diez ingresé en la Falange porque quería tocar el tambor.
Mis mayores influencias musicales han sido la Semana Santa y mi primera hostia, la que me dieron al nacer, quizá la más artística y la menos dolorosa.
Me casé con dieciséis.
Más tarde empecé a consumir drogas para evadirme.
Debería haber muerto antes de los treinta.
Durante estos cuarenta años he golpeado la batería como la vida me ha golpeado a mí, con todas sus fuerzas.
Música Tratada Injustamente
Hay discos a los que la crítica machacó en su día sin piedad o que simplemente ignoró y que con el discurrir del tiempo han gozado, no ya de éxito comercial, sino de una consideración bastante más elevada de la que en su momento disfrutaron.
Los motivos, casi infinitos: en muchas ocasiones las expectativas depositadas en un determinado artista o grupo son tan altas que la decepción es casi inevitable. Y un crítico decepcionado es muy peligroso, conviene no olvidarlo.
Casa Maty – Vicente
Hoy nos visita casi todo el cerebro y parte del corazón de Casa Maty, y decimos parte porque entre las tomateras y los instrumentos musicales queda hueco para que tú pongas parte del tuyo.
Este hombre que nos visita ha hecho brotar de tierras eriales berenjenas y Fender Stratocaster, ha sembrado en tierras áridas cantautores australianos y ajillos tiernos, calabazas con flores flamencas, ha criado cabras frente a un escenario y plantado músicos junto al corral de las gallinas…
Casa Maty es difícil de ubicar, una granja con escenario, una sala de conciertos de regadío en tierras de secano, una huerta con pedal de distorsión, un sistema de riego por gravedad abastecido por un pozo de cerveza tormo.
Viene Vicente, el hombre que se retiró al campo para estar rodeado de gente, el pastor que guía a su rebaño con las baquetas, trae una agenda plagada de conciertos, de cambios de riego y recolecciones de espectáculos infantiles y cursos de percusión, pasen y vean, conozcan al morador del cerro de la horca del moro.
Recetamos Tormo
En esta clínica no se dispensan fraudulentos elixires, no se recetan placebos. En este sanatorio clandestino no tienen cabida las homeopáticas estafas. Nosotros aquí solo prescribimos fármacos y brebajes de probadas propiedades curativas. De todas las pócimas magistrales que los visitadores farmacéuticos nos han traído, hoy os presentamos el antídoto perfecto, el remedio para tu dolor, el alivio de tus males… La cerveza TORMO.