Al Babylon podríamos dedicarle un programa como abrevadero, otro como agencia matrimonial, alguno como diván de psiquiatra. O como ropero quienes hemos olvidado la chaqueta una y mil veces y una y mil veces la recuperamos.
Podría ser eso y mil cosas más, pero hoy solo tenemos tiempo para la música, quizá otra vez vendrá el anecdotario . Hoy queremos saber cómo nace, como crece y como sobrevive una sala de conciertos en una ciudad absolutamente borrega que idolatra a Perales y dedica estatuas y monumentos a rancias tradiciones y antiguas conquistas.
Hoy en la clínica la sala Babylon, El Baby cumple 10 años