El suicidio es un considerado por los unos un acto de cobardía extremo, para otros la máxima expresión del valor. No juzgamos.
El mundo de la música nunca fue ajeno a aquellos que levantan la mano contra si mismos, a los que aciertan y a los hierran.
No faltan los inquisidores que dictan sentencias, que consideran que la música mata, que las canciones matan. Lo que mata es la falta de piedad de la administración y los bancos, mata el desamor y soledad, mata el paro y la pobreza.
Hoy nuestro afecto para el suicida y quienes le sobreviven.