Puede sonar raro un marinero de interior, casi podríamos decir que es una figura poética; pero existen. Nosotros conocemos uno. Un hombre excesivo en su habitar pasa el húmedo bochorno del verano en las desérticas tierras de Almería o en islas eriales como Tabarca, y retorna al gélido y seco clima central cuando llega el invierno.
No piensen que siempre elige mal, o que masoquistamente opta por padecer climas extremos. Sus motivos son solamente monetarios, pero si quieres conocer algo más de Almeria, sus gentes y sus bares, ponte los cascos, enciende la radio de tu auto o pincha el enlace para sentir la brisa.